El trabajo de las mujeres

Por Profesora: Dra. Lilia García Morales.

Editado por: Pavel Guerrero.

Facultad de Derecho.

Universidad Marista.

En esta nota, se hablará sobre las mujeres y las injusticias que han permeado mayoritariamente, en su ámbito laboral.

Referir a la “mujer” desde el ámbito del “trabajo” nos obliga a señalar que históricamente esta ha sido un tema por demás interesante, complejo y muy controversial, toda vez, que nos lleva obligatoriamente al análisis de una diversidad de temas, fenómenos sociales y ordenamientos jurídicos que por su naturaleza son muy complejos y polémicos, tales como: 

La desigualdad, la explotación, la discriminación, el machismo, la familia, la educación, los derechos humanos, etc. Pues partimos de la idea que desde tiempos muy remotos ha existido la división del trabajo entre hombres y mujeres, de acuerdo con una estructura física y biológica que caracteriza a cada uno de ellos.

Colocando así a la mujer en una situación de inferioridad, vulnerabilidad y desventaja frente al hombre, a quien siempre se le ha considerado superior a la mujer, dentro de un sistema patriarcal.

Cabe señalar que, a lo largo de la existencia de la mujer, ha estado presente el trabajo, que es una actividad inherente al ser humano, no se concibe al ser humano sin el trabajo pues es “toda actividad humana” que ha tenido que desarrollar incipientemente para sobrevivir.

La mujer, siempre ha trabajado, esto ya que socialmente se le ha impuesto el rol de ser ama de casa, de estar en el hogar teniendo que cumplir con múltiples obligaciones que caracterizan al trabajo doméstico; y a si a esto le agregamos la virtud que la madre naturaleza le dio la virtud de la procreación, adquiriendo una gran responsabilidad en la educación y en el cuidado de los hijos y de la familia.

Esto aunado también, a otro tipo de actividades que generalmente la mujer ha tenido que desarrollar para subsistir, de ahí que, el Estado y diferentes Organismos Nacionales e Internacionales se han dado a la lucha de emitir disposiciones de carácter obligatorio para la defensa y protección de las mujeres que les permitan un desarrollo integral en el ámbito social, laboral, político económico y cultural. 

Gracias al temor de que, principalmente el trabajo no puede ser un estatuto creador de privilegios beneficios solo para los varones en contra de las mujeres, pues cada uno debe tener las puertas abiertas para buscar con libertad su puesto en la vida social.

Para poder realizarse como todo ser humano, servir a la sociedad y a la humanidad, y que no se le restrinja a la mujer su Derecho al Trabajo, su libertad de dedicarse a cualquier oficio o profesión que mejor le acomode con la única restricción de la licitud como establece nuestro artículo Constitucional 5°; y que es un derecho fundamental para todos los seres humanos.

Quienes deben gozar de los mismos derechos, tener las mismas obligaciones, las mismas oportunidades y en especial velar por la protección  de las madres trabajadoras en el proceso de la maternidad.

Hoy ha sido ardua la lucha por la igualdad de género como un principio laboral en donde no haya discriminación en razón de sexo, edad, estado civil, profesión, origen étnico, religión, orientación sexual, salud, opinión, etc.

Por lo que, el artículo 1°, de la Ley General para la igualdad entre mujeres y hombres; establece que se debe garantizar la igualdad de oportunidades y de trato entre ambos sexos.

De ahí que el Derecho al Trabajo, no puede ser un estatuto creador de privilegios o beneficios sólo del hombre en contra de la mujer, pues cada uno de los sexos debe tener libertad plena para conducirse y realizarse en la vida, compartir con la familia la corresponsabilidad de un hogar, las obligaciones y el trabajo de la casa.

Dejar de considerar que esas tareas domésticas son exclusivas de la mujer, como se ha establecido en los diferentes roles y prototipos sociales ancestrales, que a través del tiempo han colocado a el sexo femenino en estado de vulnerabilidad, desigualdad y violencia.